textos
Obra reciente
Ideas generales
Cambio de rumbo
La creación siempre ha sido para mí, en primer lugar, una forma de desarrollo personal, y por tanto, un proceso de aprendizaje. Este movimiento no lo concibo como una línea evolutiva en continua ascensión. Nuevos retos -decisiones de enfrentar lo desconocido- implican a veces giros, alteraciones en el ritmo y / o dirección.
Mi obra reciente presenta un acusado cambio de rumbo respecto a la producción anterior. Este giro en mi trayectoria no es tan radical como podría parecer, ya se venía gestando en obras anteriores, pero se acentúa tras una larga pausa provocada por circunstancias vitales, derivándose solo en parte de un querer ‘volver a empezar’ despojada del ‘lastre’ de lo que ha sido mi discurso artístico.
Abrir una nueva etapa. Buscar la base.
Deseos de renacer, partir de cero, hacer tabula rasa.
Tras una larga pausa, la tabula rasa se sugiere como principal motivo.
La página en blanco, el acto de arrugar la página nada más empezar, incluso antes de empezar. El papel hecho una bola como punto de conclusión y de nuevo inicio.
Sobre todo de inicio.
Un factor determinante en la subsiguiente evolución ha sido la reflexión consustancial a mi paralela experiencia docente. Una experiencia de años, en el marco de un sistema educativo muy abierto, que me permite experimentar con diferentes formas de desarrollo de la creatividad, asistir y colaborar en procesos ajenos, y como profesora de diseño, explorar los vínculos entre arte y diseño, entre formas de creación autónomas y aplicadas. Todo ello me conduce a un examen de los propios métodos de producción artística y toma de decisiones, examen que en la nueva etapa de producción se constituirá en objetivo en sí de mi proyecto artístico.
El papel del proceso
Desde el inicio de mi práctica artística mi trabajo se ha desarrollado en gran medida de forma procesual. Sea cual sea el medio utilizado -objetos, fotografía, dibujo, pintura…- e independientemente de las referencias y contenidos subyacentes que han ido apareciendo de forma más o menos explícita a lo largo de mi trayectoria, esta forma de afrontar el acto creativo ha sido, es característica común a toda mi labor artística.
El concepto de la obra no está necesariamente ligado a una narrativa visual o algún tipo de simbolismo. En general, más que el contenido explícito de la obra, me interesan los procesos mismos de producción de lenguaje visual y de sentido. Cómo comunica una obra, por encima de lo que comunica.
En esta nueva etapa me propongo un nuevo enfoque del trabajo creativo, tratando de localizar el nivel conceptual de la obra en el proceso mismo de elaboración. Este deseo de incidir en la forma de hacer me lleva a centrarme cada vez más en el análisis del proceso por el que surge la imagen. Me interesa reflexionar sobre lo que ocurre ahí, a lo largo del hacer, a nivel de significado. El contenido de la obra empieza a estar profundamente relacionado con el procedimiento en sí. Las obras son registro de una acción en la que el material se ve sujeto a una serie de manipulaciones o es expuesto a un proceso físico. Conceptos esenciales giran en torno a la constitución misma de la obra: materialidad, movimiento, azar, organización. A raíz de este nuevo planteamineto la obra se torna fundamentalmente abstracta.
El movimiento hacia el campo de las artes aplicadas
Ya hacia 2010, coincidiendo con el inicio de mi labor docente, empiezo a internarme en un terreno limítrofe entre las artes plásticas y las artes aplicadas. Comienzo a experimentar con materiales y procesos de ejecución propios de disciplinas como joyería y el arte textil, áreas que exploro adoptando tan solo de forma parcial puntos de partida y objetivos inherentes. Enfoco la disciplina y la técnica como materias de reflexión; en gran medida, esta aproximación refleja asimismo mi forma de abordar la tarea educativa, sirviéndome frecuentemente de ancla u origen del trasfondo conceptual que propongo en mis ejercicios.
El diseño textil es un campo en el que el proceso de trabajo se desarrolla en base a sistemas que, puesto que carezco de un bagaje técnico específico, se me presentan como herméticos, y que quizás por ello me atraen. Busco cómo ‘infiltrarme’ en este complejo mundo en el que no poseo los códigos. No me propongo adquirir ni desarrollar una mayor sofisticación técnica en esta disciplina. Conscientemente me enfrento al material con una preparación técnica muy básica, aplicando principios elementales y métodos de ‘pretecnología’. A la vez, incorporo recursos a partir de mi propia base en disciplinas autónomas como la pintura. Me mueve el deseo de explorar las implicaciones que diferentes grados de conocimiento puede provocar en el acto creativo.
En ocasiones adopto como motivo las manualidades y las labores textiles domésticas, relegadas frecuentemente como tareas menores, propias del amateur o del ámbito femenino. Las utilizo como vehículo para reflexionar sobre el proceso creativo en sí, sobre la relación entre el hacer y el pensar, sobre el rol del saber y las capacidades con las que se hace un objeto o imagen.
‘Inventando’ el procedimiento
Situándome deliberadamente en una posición de principiante con respecto a determinadas disciplinas, busco el descubrimiento de las posibilidades técnicas en el material en sí, durante su manipulación, y no partiendo de un conocimiento previo, una tradición o bagaje, fenómenos externos respecto a mi propio desarrollo. Eso me lleva a ‘inventar’ métodos de trabajo con una lógica propia. Aunque en ocasiones las soluciones técnicas coincidan con técnicas ya existentes, considero que la forma ‘no adquirida’ de acceder a la técnica dota a las obras de un carácter específico, de cierta unicidad.
Sistematicidad e impredecibilidad
En general, me autoimpongo una serie de restricciones o pautas simples para poder centrarme en el proceso creativo discerniendo a la vez principios elementales. Esto me lleva en ocasiones a adoptar cierta sistematicidad, que trato de aplicar dentro de un marco muy abierto. A mi modo de ver, en un hacer entendido como forma de conocer, la imprevisibilidad es factor necesario en el proceso de realización de la obra.
Series
Unlearn
Estas series son producto de una revisión de modos de hacer aprendidos en etapas previas, anteriores incluso a mi formación artística. Me propongo retomar procesos propios de momentos del ‘no saber’, desde mi propia experiencia y memoria. Repaso métodos que recuerdo y técnicas de manualidades, me marco simples pautas -ejercicios compositivos, ejercicios de precisión… a la vez que incorporo técnicas rudimentarias de labores textiles. Es pues dar un paso atrás, buscando la base, iniciando simultáneamente una incursión en terrenos ajenos.
Transmission
En estas obras tomo patrones de artesanía textil como motivo para reflexionar sobre el aprendizaje a partir de una tradición. La distribución de elementos visuales refiere a las telas de pruebas o muestras, en las que diferentes ensayos se yuxtaponen sin afan compositivo. Utilizo procesos físicos de copia y disolución en relación a procesos de transmisión de conocimiento tradicional, en los que intervienen factores como repetición y olvido. Estos factores se traducen en cada uno de los elementos participantes en el proceso: el uso de medios poco permanentes, su aplicación en capas superpuestas de tejido translúcido, el traspaso parcial entre ellas, las posteriores superposiciones, todos ellos son correlato de los efectos del desapego y el olvido con relación a una herencia cultural. En esta serie la pérdida deviene en elemento positivo, al integrarse de forma activa en el hecho creativo.
Exercises
Equiparar la creación al aprendizaje implica a mi modo de ver un cuestionamiento de la frontera entre el puro ensayo y la obra consumada. El acto de ejercitarse en un procedimiento se traduce en concepto de la obra. Estas series de obras se sitúan en ese terreno incierto; cierta deriva visual ejemplifica la actitud errante y no determinada del que aprende.
Impure grids
La retícula, elemento fundamental tanto en el campo gráfico como el textil, establece una base de ordenación que de alguna manera trato de trasgredir, al utilizar procedimientos de impresión que la degradan, rompen, deforman, hacen abrirse al azar. El accidente es provocado por el comportamiento natural de la materia fluida. Cada accidente se hace presente como elemento compositivo. Tras la impresión de la retícula, en varias obras (gestural grids, corrections) incorporo una segunda acción: tomando como guía la retícula impresa, los vacíos y las irregularidades son resaltados, marcados uno a uno en un lento proceso manual. Mediante procesos de trabajo en dos fases, dos ritmos de hacer, busco la confluencia en la imagen de momentos de precisión e imprecisión, el equilibrio entre orden y caos.
Remnants
Bajo esta denominación se reúnen obras de diversa naturaleza que tienen en común el incorporar los residuos materiales originados durante la producción de otras obras, mediante procesos guiados por la voluntad de juego y ordenación. Partiendo de elementos que han surgido de forma aleatoria, y aproximándose a la noción de juego como sistema organizado basándose en determinadas reglas, estas obras esbozan de manera lúdica sistemas abiertos de organización, en los que el orden se plantea como posibilidad o momento efímero, en precario equilibrio con su término opuesto.
In-material
En estas obras, planteadas como serie de simples ejercicios, experimento con procedimientos de difusión de la materia, compaginados en ocasiones con procedimientos que añaden un sustrato material a la tela, combinándose lo denso y lo etéreo del material, materialidad e inmaterialidad.
Torn
En este grupo de obras desarrollo métodos de trabajo que, elaborando una lógica propia, se centran en la exploración de la materialidad del soporte. Rompiendo literalmente la continuidad de la tela, esta deja de funcionar como ‘lienzo’, base neutra de una imagen, y se transforma en objeto, elemento material en el espacio. Estas obras surgen a través de una secuencia de manipulaciones, en diferentes fases o ‘movimientos’: en primer lugar, el rasgado de la tela, acto agresivo y rápido, pero también preciso (la tela se abre de forma ordenada, de acuerdo a su estructura, revelándose una trama); en varias de las obras, un segundo proceso, el cosido, acto mecánico, pero lento y sujeto a desviaciones y errores; por último, la adición de color a la tela por procedimientos en los que la falta de control es principal constante. Ejemplo de dichos procedimientos es la aplicación de la pintura sobre la tela dispuesta en un estado diferente al estado en el que finalmente va a mostrarse, provocando desplazamientos, rupturas. A lo largo de todo el proceso voy negociando con diferentes grados de control sobre el material, de la pintura en comunión con su soporte. Las obras resultantes podrían entenderse como la confluencia de diferentes ritmos, niveles y formas de organización de la superficie y la materia.
Pliegues (cartografías)
Estas series prosiguen la tendencia hacia el objeto de obras anteriores. Esta vez investigo la confluencia de las cualidades objetual y pictórica de la obra centrándome en el proceso de pliegue y despliegue del soporte. Experimento con la aplicación de pintura en diferentes estadios del proceso de contracción y expansión de la tela. La forma final de las obras viene determinada por el momento en el que este movimiento es interrumpido: desde piezas en el grado mayor de contracción, hasta otras en las que se recupera al máximo la bi-dimensionalidad de la tela; desde la circunferencia al plano. El principio del pliegue es aplicado de diferentes modos: desde la arruga del tejido comprimido al pliegue limpio, estricto, del tejido planchado al máximo. Todos estos estados y aspectos de la superficie pictórica sugieren quizás leves referencias al paisaje y representaciones cartográficas: terrenos, accidentes, planos y esferas… referencias que, al no interferir en su carácter primariamente abstracto, incorporo y enfatizo en muchas de estas obras.
Looms, seams
Estas series son de nuevo incursiones en disciplinas textiles, campos foráneos en los que me sitúo conscientemente en la posición del principiante o el autodidacta. En Looms inicio una aproximación a otra técnica textil, en este caso la técnica del telar, adquiriendo tan solo una base técnica fundamental, combinándola con lo que es mi base artística inicial: la pintura. Las primeras obras presentan solamente la urdimbre, que sirve de soporte para una imagen creada por medios pictóricos. Algunos elementos repiten motivos textiles tradicionales, sustituyéndose la trama por pintura; en otros la imagen obedece a una tradición propiamente pictórica. En una serie posterior de Looms, tejidos ejecutados en pequeños telares de aprendizaje son marcados por un simple gesto con pintura de spray. Combino pues una técnica con una tradición milenaria, el telar, con la técnica más reciente del grafitti. Procesos provenientes de esferas temporales alejadas, por no decir opuestas, se desarrollan también a diferentes velocidades: el proceso lento del tejer es rematado por el gesto raudo del tag. Con ambas técnicas ejecuto el mismo movimiento de zig-zag propio del telar, en direcciones opuestas, a fin de resaltar la confluencia de dos temporalidades.
En Seams exploro técnicas propias de corte y confección, despegándome de la bidimensionalidad del soporte. Se sugieren fragmentos de prendas de vestir, sin llegar a definirse. Las telas son estampadas de forma manual, línea a línea, utilizando un hilo suelto como sello: de nuevo un proceso en dos etapas, un contraste de temporalidades.
Sedimentos
Esta serie de obras constituye un ejemplo de la búsqueda de procedimientos anclados en procesos físicos mediante los cuales la obra surge en gran parte ajena a mi intervención, a mi control directo. Recurro en este caso al proceso natural de evaporación, por el que los restos de pigmento se acumulan y conforman una nueva superficie. Estas obras son asimismo una exploración de la fundamental materialidad de la pintura.
Relations / Gestures / Rastros, meandros / Marcas
En 2019 empiezo a trabajar en varias series que se alejan del carácter más objetual de obras anteriores, instalándose todas ellas en el plano de la imagen.
En cierto modo, todo el desarrollo descrito en mi obra reciente podría entenderse como un sinuoso movimiento hacia una reformulación del proceso pictórico. Tras una larga serie de aproximaciones por caminos ajenos a la pintura, por medios que se apartaban de las nociones tradicionales de lo que la constituye, en esta última etapa termino centrándome en aspectos fundamentales del proceso pictórico, como es la acción de la mano. El énfasis en la tarea de mover la mano sobre la superficie, totalmente esencial al acto de pintar, hace que estas obras sean primordialmente gestuales, aunque no por ello expresivas. Con relación a procesos anteriores, se mantiene la elección de un procedimiento que provoca un alto grado de impredecibilidad, en este caso la estampación por monotipo. Este método es una pintura indirecta, es un pintar y no. En cierto modo, evito las formas de construir una imagen propias de la pintura: me sustraigo al contacto directo con el lienzo. No es la pincelada en el lienzo, no es lienzo, sino tela, y no la tela, sino una plancha de cristal, la superficie que toco; una base que permite distribuir la pintura de forma fluida, mover la mano sin estar ya por ello componiendo una imagen, controlándola. Este método me permite investigar el gesto de forma totalmente autónoma. Un gesto que no busca definir nada, que solo es la huella de la acción de dispersar la materia sobre la superficie. En esta etapa resulta más difícil aislar obras, estas surgen como estelas de una materia en movimiento, como ‘instantáneas’ en un flujo de gestos, la captura de momentos fugaces en la trayectoria efímera de la mano.
Reflexiones sobre la obra (2004)
Todo objeto participa de lo humano, ya que responde a una necesidad, y por tanto nos completa. Me interesan aquellos objetos que, bien por sus características físicas o por su uso, se acercan a nosotros de manera íntima, ayudándome a materializar procesos propios del sujeto. El carácter utilitario del objeto original determina cierta relación con el cuerpo; una vez manipulado su funcionalidad es pervertida, pero no eliminada: permanece una vaga noción de uso, el cuerpo se ve implicado pero su rol es pasivo. Los objetos resultantes son instrumentos que desempeñan un papel como sensores, o como demarcadores de estados psíquicos en torno a la problemática de la construcción y expresión del individuo.
Muchos de mis objetos son utilizables sobre el cuerpo, y esta posibilidad se traduce en obras fotográficas que, más allá del mero registro del uso, tratan de investigar la directa relación surgida entre cuerpo y objeto. Una relación que se sitúa allá donde los límites entre diferentes términos se diluyen: la frontera entre lo artificial y lo orgánico, entre lo esencial y lo accesorio, en objetos que pueden parecer necesarios como prótesis pero a la vez superficiales como un adorno; el cuerpo en tensión entre belleza e imperfección, salud y decaimiento, sensualidad y dolor, autoprotección y constricción, exhibición y ocultación. La dualidad es objetivo constante en mi obra: trato de posicionarme en el espacio entre definiciones, generar formas que pertenecerían al terreno de lo indeterminado, lo impuro. Ese límite es para mí el espacio de la búsqueda, de la creación. Pienso además que lo ambiguo es capaz de poner en evidencia la, a mi entender, inevitable subjetividad de la mirada.
Mientras que en la obra fotográfica mi propio cuerpo actúa como soporte, en los dibujos y pinturas aparecen representadas otras figuras femeninas, por lo que la noción de identidad es manejada de forma más amplia. El carácter de las figuras es definido a través de la indumentaria y los objetos que portan, y además mediante los gestos y las posturas que adoptan. Jugando con estas variables busco establecer posibles definiciones de la individualidad femenina, tratando nociones tan opuestas como sensualidad, inocencia, o violencia, a través de mujeres en un momento vital en el que la identidad está pujando particularmente por manifestarse, una identidad evidentemente en proceso, a punto de pasar a un nuevo estado, tendiendo constantemente a lo indefinido, al límite.
Mónica de Miguel Rubio